Una urgente y honesta propuesta sonora
Conformado por el fundador Daniel Reid y Pondie en las guitarras y el canto, Bruce en la batería y Toshiro en el bajo, logran sacar con ñeque un disco con un sonido único, que según lo que se vislumbra en diversos pasajes del blog de su sitio web www.nboy.cl es exactamente lo que buscaban. Cortesía del copy/paste, les regalo un extracto de un posteo de Tosh: “… la música que hace mi banda es derechamente mala, nos gusta que sea así, no somos virtuosos, nos condoreamos, usamos la vieja receta del pop, abusamos de los coros, puentes, solos de una cuerda, del 4/4, de canciones de 3 minutos y todas esas chulerías “liceanicas” que creo hacemos bien.”. Antes de leer esto, pensaba destacar con un tono negativo precisamente eso, la simpleza y sonido colegial de la banda, pero con esto me queda claro que son así porque quieren ser así y no tienen intenciones de salir de ese sitial, lo cual me parece de una comodidad absoluta, pero en fin, quien no ha sido así en algún momento de su vida. El que esté libre de pecado, ya sabe lo que tiene que hacer. Se destaca la honestidad de la banda.
Abro la caja del disco, que con su gráfica tricolor de medios tonos (estilo foto de diario) se ve sobria pero no por ello falta de trabajo. El tríptico por un lado muestra una versión estilizada de un graffiti con un guerrillero tipo GI-Joe, y por dentro una foto de la banda con unos acotados agradecimientos. Un dedo para arriba al estilo de la simpleza. El disco en sí aprovecha su plateado para usarlo de color para lo impreso, rellenando el resto con blanco. Suave.
Vamos ahora al disco, primero con el “como suena”. En una primera pasada hay algo del sonido de esta placa que llama la atención, pero no es tan claro, aunque después de dos o tres pasadas con atención le pude poner el dedo (o la oreja, más bien). Los instrumentos se escuchan brillantes y la mezcla posee espacio, lo cual es un logro para una placa producida a pulso. El “pero” del asunto es la batería. Los platillos se escuchan demasiado brillantes en algunos temas, se nota distorsión en los pasajes más fuertes, como los redobles, y la caja se pierde en varios de los temas bajo el resto de los tambores. Además, en una elección basada quizás en la poca experiencia o en el gusto personal de las personas tras de las perillas, se siente una reverberación algo alta, lo cual la diluye y la hace sonar bastante irreal, pues no tiene relación con el ambiente más seco en el que suenan el resto de los instrumentos. El bombo es el que más se resiente, oyéndose poco definido. El único tema que se beneficia de este efecto es Kingswood Roads, donde le pegaron el palo al gato con este ambiente que ahora si va de la mano con las guitarras, armando una atmósfera de urgencia melancólica que le da todo un sello al más puro estilo Godspeed You! Black Emperor, simplemente excelente. En resumen, la textura sonora del disco es como una lija un poco usada, suave pero con unos resquicios de aspereza subyacente. Novedoso.
Otra cosa que saltó a los oídos, para no decir la vista, es la presencia de algo que mucha gente cree que es una cura para todos los males, la compresión, presente a lo largo de los casi cincuenta minutos de duración de escucha. La utilización de este efecto aniquiló todo lo que podría haber sido matices dinámicos, transformando lo que sale de los parlantes en un “rectángulo” de volumen, quitando la explosión de los platillos y eliminando la profundidad que se logra manipulando de forma precisa los volúmenes relativos de los instrumentos.
Ahora, pasando a lo que son las canciones, me generan un viaje al pasado, porque siento que es el grupo chileno que me habría encantado escuchar hace ocho años, entre mis cassettes de Down By Law, NOFX y Pennywise. A pesar de lo distantes que son de esa corriente del punk, la atmósfera emocional de las canciones hacen aflorar sensaciones similares a las que evocaban discos como Full Circle, Punk in Drublic o PunkRockAcademyFightSong, principalmente debido a la simpleza de su estructura y una actitud “al grano”, sin recovecos melódicos ni rítmicos, a los cuales la banda no aspira ni se esfuerza por lograr, como ya comenté arriba. Temas con bastante punch como ¡Grita! (que sencillamente es excelente, mi favorito), Kingswood Roads (mi otro favorito), o Picnic se mezclan con algunos más débiles, como (Fundación) Mi Casa, que incluye desafinaciones constantes, o Gris Perla, con un riff en clave pentatónica repetido hasta que pierde todo sentido, y que es imposible hacerle el quite ya que choca homéricamente con lo que la otra guitarra y la voz pregonan en esos instantes. Notable es la inclusión (como no) de un bonus track al final del disco, una versión de Oh Niñoboy de su EP. Detalle que suma al disco, netamente.
En fin, el disco es una mezcla de temas que parecen estar ya digeridos completamente por la agrupación, con otros que les queda tiempo para madurar y desarrollar todo su potencial. Ojalá decidan tirarse el piquero y comenzar a ahondar en rítmicas y melodías más complejas, no con un afán de desarrollar una dialéctica musical arcana, sino que simplemente para volcar esos conocimientos para poder recorrer caminos nuevos, a su manera. Espero que algún sello los recoja bajo su alero para poder oír una próxima placa con música que suene casera no por necesidad, sino por elección.
Tracklist
- Grita! (5:27)
- (Fundación) Mi Casa (3:21)
- Picnic (2:21)
- Recorriendo Retro (2:57)
- El Trabajo (1:59)
- Alma (Reprise) (3:09)
- Corrupción (3:29)
- Para Mejor (5:09)
- Kangarú (2:31)
- Nada Es Igual (3:48)
- Gris Perla (4:04)
- Kingswood Roads (Incl. Bonus track Oh Niñoboy) (9:24)
Integrantes
- Bruce: Batería
- Daniel Reid: Voz, guitarras, programación
- Pondie: Guitarras, voz, teclado
- Tosh: Bajo
Datos Suena
- Todo el proceso de grabación y edición fue realizado por la banda en sus mismos estudios a lo largo de diecisiete meses.
Para la masterización recibieron el apoyo de Pablo González y Chavín, de Tronic - Pueden escuchar algunos de sus temas en PureVolume, y ver un video en vivo en su blog.
- Cuentan con un EP también homónimo, que incluye canciones no presentes en el disco, como Espera, Superstar y Mi-Stereo.