El barrido

Al dar nuestros primeros pasos en el aprendizaje del bajo, el concepto más básico que la mayoría de nosotros aprendemos es que los dedos de nuestra mano que pulsa las cuerdas, deben alternarse constantemente entre el dedo índice y medio. Algunos creen que eso sería todo,  que con ello es suficiente para batirse ante toda circunstancia… otros en cambio, creemos que no, que la alternancia como sistema es  tan sólo una verdad a medias, que existe una forma de hacerlo mejor.

La lección del día de hoy no habla de un recurso técnico para ocupar de vez en cuando, no es un as bajo la manga. Lo que hoy trataremos es una forma integral de tocar en lo que entendemos como el estilo tradicional de tocar el bajo, que no se opone a la alternancia,  si no que la complementa. Me refiero al barrido.

Por barrido entenderemos cuando un mismo dedo pulsa dos o más cuerdas, mediante la acción de deslizarse en un único movimiento en dirección hacia la que le sigue en grosor.  La norma será entonces que cada vez que nos pasemos a  cuerdas adyacentes, en dirección de cuerda más delgada a cuerda más gruesa, en vez de alternar los dedos, barremos. Para pulsar más de una vez en una misma cuerda o al ir en sentido contrario al recién descrito, seguiremos utilizando la alternancia.

Eso es el barrido, se utiliza en situaciones así de cotidianas, para que no se asuma erróneamente que el barrido es la versión bajística de los espectaculares sweep picking de guitarra…, lo que no quita que también podamos intentar cosas similares gracias a esta herramienta.

¿Por qué utilizar el barrido?, hagan la prueba, con su mano derecha deslicen rápidamente un sólo dedo desde la cuerda G hasta terminar en E, ¿fácil no?, ahora prueben lograr la misma velocidad al hacer lo mismo pero alternando los dedos…, de seguro ya no fluye. El barrido en comparación a la alternancia, ofrece economía de movimiento, por lo tanto menos esfuerzo, y lo más importante creo yo, mejores resultados.  En la práctica es extremadamente útil para situaciones en que la mano derecha debe pasar rápidamente entre cuerdas, o en frases arpegiadas en que por lo general se toca una o dos notas por cuerda para luego seguir con la otra.

Si se quiere llegar a dominar el barrido debe estudiarse de forma que se incorpore integralmente a tú forma de tocar, y no decir “ocuparé alternancia hasta que la velocidad me supere, en ese caso me cambio a barrido”, porque sencillamente no lograrás total dominio de la técnica, ya que si bien  el barrido ofrece importantes ventajas, por otro, no es tan sencillo de pensar como el continuo “1,2,1,2…” de la alternancia.  Por lo mismo, no es práctico el estudiar 2 formas diferentes para tocar lo mismo;  si quieres manejar el barrido con maestría, asúmelo como tu nueva forma de tocar y olvida lo anterior.

 

Este primer ejercicio mis alumnos lo conocen como Rudimentos 1, pues presenta los principios elementales de la técnica de mano derecha. Tocaremos sólo en cuerdas libres, cosa que podamos enfocar nuestra atención en la mano derecha. Partimos tocando dos veces la cuerda E, para luego hacer lo mismo en A, D y G. En esta fase los dedos de la mano que pulsa, se moverán alternando entre dedo índice y medio, representados con los números 1 y 2 respectivamente en la partitura. Póngase atención al desplazamiento que hago del pulgar según la cuerda en la que me encuentro, al tocar la cuerda E este se apoya en la cápsula, al pulsar en A cambia de apoyo a E, y al hacerlo en D y G se mantiene posicionado en la cuerda D. Este es un aspecto importantísimo, pues el desplazamiento de pulgar evita que el resto de las cuerdas que no están siendo pulsadas comiencen a vibrar y ensucien nuestro sonido. Además, el tener nuestro dedo anclado a un punto le brinda a la mano derecha un apoyo sólido que se traduce en un mejor ataque.

La segunda fase del ejercicio es el retorno: 2 veces en la cuerda G, para continuar con D, después A y luego E. Es aquí donde la cosa se pone interesante, pues producto del empleo de la técnica del barrido ahora la simbología de la mano derecha dirá: “1-2, 2-1, 1-2, 2-1”. En otras palabras,  “alterno-barro, alterno-barro”. Si es tu primera incursión con la técnica del barrido no te angusties, es normal sentirse un poco torpe al comienzo. Es importante eso sí, que no te conformes con utilizar el mismo dedo para pasarte de cuerda, si no que te asegures que la pulsación de ambas se hizo en un único movimiento. En el momento que tomas impulso para volver a tocar la nota “barrida”, pierdes la economía de movimiento.

En este punto (5to compás), hemos vuelto al mismo lugar desde el cual comenzamos, la cuerda E, sin embargo, estamos en la mitad del ejercicio. Los rudimentos de mano derecha trabajan 4 conceptos clave, de los cuales ya hemos tratado 3: alternancia, desplazamiento de pulgar y  barrido. El 4 concepto es cambio en el dedo de ataque. Me explico, los bajistas tendemos a tener un dedo favorito, ya sea si vas a tocar una línea de bajo, una escala o un arpegio, lo más probable es que siempre se acostumbre a comenzar todo con un mismo dedo. El inconveniente de ello, es que en una situación de la vida real,  entiéndase, en una canción, no puedes tener el control de que siempre caerás con tu dedo de la suerte,  entonces ocurrirá que de pronto empezarás con el dedo que nunca sueles, y tu ejecución,  lógicamente, se trabará por lo poco familiar que se siente todo. Volvamos entonces al ejercicio, estamos a punto de volver a repetir la misma ida desde la cuerda E a la cuerda G y luego regresar, pero ahora nuestro dedo de comienzo es el 2, de modo que la ida desde E a G será un constante “2-1, 2-1…”, y el regreso será totalmente opuesto al que ya habíamos hecho, osea: “2-1, 1-2, 2-1, 1-2”. Si dominamos esto, será como si nuestros dedos fueran un futbolista que puede patear con igual facilidad ya sea con la derecha como la izquierda.

En la segunda porción del mismo video, se podrá notar en una toma más lejana como la mano izquierda actúa para evitar que al ir desde la cuerda G a la cuerda E las cuerdas queden sonando.

 

El siguiente ejercicio también viene en formato rudimento (para mis alumnos es Rudimentos 2), por lo cual volveremos a basarnos en las cuerdas libres y entrarán en juego todos los aspectos tratados para el ejercicio anterior. La diferencia está en que aquí pulsamos una única vez por cuerda antes de pasar a la siguiente, a excepción de cuando llegamos a los extremos, ahí repetimos para volver en la dirección contraria. La consecuencia de aquello es un barrido largo que abarca las 4 cuerdas en un único movimiento hasta terminar en E. Es importante tener en cuenta que el pulgar sigue buscando sus puntos de apoyo; cuando se tienen estos barridos largos el error recurrente es dejar el pulgar en el aire, con la cual se pierde precisión, control y ataque, de modo que ¡ojo con eso!

¡Por fin un ejemplo musical!  Si se analiza el tipo de barrido que debe emplear la mano derecha, se llegará a la conclusión que es exactamente igual al utilizado en el rudimento del Video 1, de modo que si aún hay problemas con ese, regresa y domínalo primero con cuerdas libres.
El ejemplo de este video presenta una línea de forma arpegiada, lo que significa que las notas escogidas van describiendo acordes. Los arpegios suelen estar entre las cosas difíciles de darle velocidad en el bajo, dada la continua intercalación de cuerdas, la alternancia continua se encuentra con muchos obstáculos para abrirse paso. Bueno…con el barrido eso se acabó.

 

Esta línea es más arpegiada que la anterior, pues al no repetir notas en los arpegios, se obtiene una sonoridad tipo “sweep picking” de guitarra. Conjuntamente a los aspectos tratados en los rudimentos, un aspecto técnico importante en la ejecución de este ejercicio es el uso de cejillos de mano izquierda. Cejillo es cuando se utiliza un mismo dedo para pulsar el mismo traste en cuerdas diferentes, creo que es clave en este caso para la obtención de mayor fluidez de movimiento y mejor sonido.

Al observar el video con atención, se podrá notar que pese a la rapidez de la línea mi pulgar no se mantiene en una posición, si no que se cambia de lugar según lo ya tratado en los rudimentos. De no hacerlo así, con tanta intercalación de cuerdas, tendría un permanente murmullo de las cuerdas que no estoy pulsando.

Quiero concluir dejándolos invitados a un evento de primerísima categoría. El día sábado 18 de Julio me presentaré con mi banda Opus 3 en el Teatro Arena, dentro del marco de un ciclo de rock organizado por Rockatto.com.  Este evento representa un esfuerzo por darle al rock nacional un escenario como se lo merece, en una producción de primer nivel y un recinto digno de nuestro público. Esa noche junto a Opus 3 estarán además Monttrio y Cordovez Gangband.

Algo que merece destacar, es que este evento será abierto para todo público, de modo que si eres menor de edad y te frustra el no poder ir a espectáculos de rock porque suelen ser para mayores de 18, esta es tu oportunidad de desquitarte.

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